My Testimony

Deseo compartir con ustedes mis hermanos una bella experiencia que tuve a bien vivir en un viaje a Tierra Santa, el cual hizo un giro en mi vida y en mis futuras metas, lo considero muy en lo personal como un “llamado a cambiar mi estilo de vida’, ya que en el espíritu, Dios es el que rige y modifica nuestros senderos.

Esto inicio tres meses antes del 7 de noviembre del 2022,  en donde el Sacerdote de nuestra parroquia semanalmente hacia una extensiva  invitación a Tierra Santa, esto me parecía un poco difícil, por cuestiones de tiempo y sus respectivos preparativos; pues bien, de alguna manera Dios me abrió puertas para  poder realizar ese viaje y tener la dicha de recorrer caminos que Dios Nuestro Señor Jesucristo piso y lo que El tenia para una humilde sierva.

Un mes antes de emprender el viaje, la tristeza y soledad espiritual había invadido mi alma, para ser exactos un día antes de mi cumpleaños, mis hijas una de 14 y otra de 8 años, me hacen un obsequio. Grande fue mi sorpresa! ya que era una Medallita de la Santísima Virgen María, cuando la tome en mis manos y la mire algo en mi corazón me hizo acudir a ella y pedirle que me diera la fortaleza para continuar mi vida y salir de esa tristesa.  Ese mismo día en la tarde en la Iglesia festejaban a la Virgen del Santo Rosario, fue entonces cuando al mirarla me puse en sus manos, necesitada de ese abrigo, de esa paz, de ese consuelo de su amor maternal, la cual me estaba llamando a su regazo, fue en ese momento en el que decidí, dejar mis fatigas y desalientos en sus amorosas manos, y que no me permitiera alejarme de su Gracia, en donde le prometí  que  asistiría a la Iglesia con regularidad, y así poder reconciliarme con Dios y poder emprender ese gran viaje con un corazón dispuesto a conocer más acerca de su hijo amado; faltando dos semanas antes de la salida del viaje a Tierra Santa, me uno al Grupo de Oración por parte de la Parroquia, en una de las bancas delanteras se encontraba un servidor del Ministerio de Alabanza, en el momento de terminar nuestra oración y meditación se levanta esta persona, vuelve hacia mí y con estas palabras se dirige: “María Santísima desea que tu Candy la próxima semana des el tema sobre El Santo Rosario” …  Le pregunte: cómo es que te consta que María Santísima te dejo saber eso?, pues bien contestó, yo confio en el sentir del corazón, cuando El Espíritu Santo le llama… Mi respuesta fue un sí; pero me retrase en el tema ya que se avecinaba la ida a Tierra Santa, y a la vez me preguntaba a sí misma, que tema daré?, como lo preparare?.. en fin algo saldrá de Google.

Se llega el día del viaje y tenía como propósito comprar un rosario, caro y que fuese especial para  llevarlo consigo siempre. Llegando a Tierra Santa, busque  y encontré una tienda en donde vendían  artículos religiosos y rosarios  hechos de madero de olivo tallados por cristianos católicos que viven en Belén., excelente! adquirí el mío! Era perfecto!, sin embargo algo me inquietaba.

Al día siguiente se nos anuncia que visitaremos El Santo Sepulcro, sin antes hacer un recorrido a las Estaciones (viacrucis);  ya me encontraba dispuesta a vivir esta bella experiencia. Llegando a la Iglesia del Santo Sepulcro, se celebró  la Santa Misa, no muy distante de donde yo me encontraba, había una roca la cual me llamo la atención, camine hacia esta y algo dentro de mi hizo  que me postrara sobre ella y pidiera a Dios perdón por todos mis pecados, cubrí  mi cara con una larga sevillana y solté el llanto como un torrente de emociones contenidas que buscaban salida, fue entonces  cuando sentí un desahogo que me trajo  paz.

Después de ese momento, miré hacia atrás en donde se encontraba un hombre  sentado en una pequeña banca vestido con largas ropas típicas de esas tierras, sencillo, su aspecto irradiaba paz, me senté junto a Él.  Tanto llamo mi atención, que le pedí un abrazo, El simplemente me miro y dijo: No, mejor orare por ti, puso sus manos en mi espalda, sentí un calor en mi cuerpo y entre en un estado de paz.; a los pocos minutos se  anuncia que ya pronto abrirán la puerta en donde se encuentra El  Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo. Al llegar al lugar y al abrirse la puerta, me llamo mucho la atención un hombre vestido de blanco, descalzo con un bordón, y al momento que el Sacerdote levanto sus manos para la consagración del pan, El tiende su cobija  sobre el piso para hincarse, me percate que llevaba consigo un rosario que pendía  de su cintura; mientras lo observaba detenidamente, mi corazón latía al mil por hora; fue entonces cuando me dije: Candy, ese rosario es tuyo, fue una emoción muy fuerte en la que me puse a temblar, y  me cuestioné:  Pero como eso  va a ser posible?, en cuanto este hombre se levantó y vuelve hacia donde yo me encontraba, un impulso me hizo preguntarle si me podía vender su rosario: El responde que no, pero que me lo obsequia, y continua diciendo que lo más especial de ese rosario fue que “había tocado  “La Cruz de Cristo”, oh y está incompleto afirma. Insistí en su precio, pero su respuesta me desconcertó: Yo no uso dinero Dios me provee lo necesario.

Después entre en reflexión, me di cuenta que aquel rosario, caro y lujoso que adquirí al iniciar el viaje, no era el que realmente yo necesitaba.